La niña nacida en la parroquia Shell del cantón Mera de la provincia amazónica de Pastaza, es hoy el referente de optimismo para todos los ecuatorianos, pues desde el 1 de agosto de 2021, en qué ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, en halterofilia categoría 76 kg. Desde entonces, todas las niñas ecuatorianas quieren usar su turbante en forma de lazo multicolor, o pretenden llevar el cabello trenzado; sin duda alguna, estos usos son recursos visuales, que forman parte de la estética de reivindicación étnica afro en la personalidad carismática de Neisi.
En cada entrevista, en cada acto público Neisi hace derroche de su alegría y entusiasmo, si le preguntan por momentos difíciles, los evoca con una sonrisa límpida, parecería que todas las iniquidades en ella alcanzan la redención, no habla de sacrificio sino de decisiones, no menta el dolor de la muerte sino a la dulce memoria siempre-viva, no alardea sobre triunfos sino que exige por los que recién comienzan, no evoca el ayer sino que disfruta de las mañanas en las que desayuna tarde. Resulta muy alentador que en este tiempo de deterioro emocional hayan personas como Neisi Dajomes, Richard Carapaz, Tamara Salazar, Poleth Méndez, Anaís Méndez y Kiara Rodríguez, nos hacen pensar que la paz existe.
Como contraste los ecuatorianos hemos visto en los últimos tres meses, a través de redes sociales toda una trama de culebrón venezolano, con sus consabidos componentes burdos: borrachera, violencia, machismo desenfrenado, ardides, descontrol, falsedades, recurrencia ficcional, confabulación, desobediencia a la normativa, abuso de funciones, mal manejo de recursos públicos, brincos sobre la normativa, amarres, tejes y manejes, corrupción, acomodos históricos y muchos otros vicios sociales que por desgracia se han naturalizado en el Ecuador.
No puedo decir si Priscila Schettini, esposa del Defensor del Pueblo, Freddy Carrión, es una de las libretistas de esta sórdida novela o si es una de las actrices del reparto, que se aprendió un papel de cómplice con alardes que exigen olvido, con evocación de un informe sesgado de Octubre 19, parecería que recién salida del camerino busca entrevistas para defender lo indefendible… en fin triste papel.