Consunción

Andrés Pachano

El Presidente de la República entregó el viernes pasado a la Asamblea Nacional un proyecto de Ley Orgánica al que ha titulado ‘Ley Creando Oportunidades’, que parece ser la columna vertebral de su administración y puntal de un plan de desarrollo de su ejercicio.

El tratamiento de este proyecto de ley en el poder legislativo, se presenta azaroso, conflictivo y de difícil pronóstico; el desenlace del estudio en la Asamblea, marcará el destino político del régimen y el de la Asamblea. Se pueden precipitar consecuencias muy serias.

De entre la amplitud de temas contenidos en ese proyecto de ley enviado con el carácter de económico-urgente, se destaca uno muy especial: la creación de un régimen laboral paralelo al establecido en el Código del Trabajo. En este aspecto, preciso es destacar lo sagaz y perspicaz de la maniobra política: el contentar a varios sectores; por un lado se habla de equidad, “el que más tiene debe pagar más” se afirma en sutil alusión a grupos económicos muy boyantes utilizando el discurso de los menos favorecidos, mientras se utiliza el discurso empresarial de establecer un “régimen de flexibilización laboral” y sin ser muy específicos se alude a lo “arcaico” del Código del Trabajo (tesis obligada de los empresarios) al decir que es un régimen laboral de hace 80 años, pero que, sin embargo, se dice que se lo respetará en su integridad.

En efecto, la más progresista de las leyes ecuatorianas nació en la jefatura suprema de la nación conducida por el General Alberto Enríquez Gallo, expedido en 1938, que tiene su antecedente importante en 1929 y sobre todo la masacre obrera de 1922 en Guayaquil; ley que, con sinnúmeras reformas y añadiduras, mantiene vigente hasta la actualidad un espíritu protector de los derechos del trabajador. El Código del Trabajo es para unos un nudo gordiano y para otros un documento capital intocable. Hay que reconocer la valentía para enfrentar esta lucha histórica, que es sobre todo ideológica.

De aprobarse la antedicha Ley Orgánica (muy difícil por cierto) y en ella la propuesta de este nuevo régimen laboral paralelo, a futuro podría ser la extinción por consunción del “Código del Trabajo Ecuatoriano”.

Ambato, 27 de septiembre de 2021