Contra el Covid-19, es necesario integrar las élites cercanas al Ministerio y vivir en un país sudamericano done los escogidos y vacunados han provocado protestas y renuncias de los Ministros, porque los millones de connacionales no saben cuándo mismo les toca a pesar de que en algunos meridianos ha empezado el proceso, pero como se sabe, solo es el principio de un trámite tecnológico complicado porque las batallas desatadas por las empresas aún no tienen ganadoras, por allí dicen, esta es la vacuna, por más allá replican, no esa no vale, por el lejano oriente envían promesas de millonarias donaciones, por acá, acosados por el pánico suplicamos que ojalá sea verdad, mientras la burocracia amenaza que retornarán las clases presenciales y los trabajos en la oficina y los implicados, estudiantes y funcionarios, sienten en su interior la angustia de volver a vivir la vida anterior a la pandemia ahora que ya estuvieron acostumbrados al confinamiento, mientras se enteran que las jaranas y los desbordes ratifican la falta de valores humanos para enfrentar el combate contra el virus y protegerse. Ciertamente que los ecuatorianos deberíamos ingresar a la corte de los milagros tan pregonada por sus religiones, y fabricar vacunas contra la indolencia, contra el descaro de ser groseros que nos impide obedecer las normas elementales, fabricar vacunas contra la mortandad desatada en los umbrales de nuestros hogares y seguir analizando con lenguaje administrativo, según ellos, lo que había que hacer y no se hizo, porque rasgarse las vestiduras es lo que cabe, fabricar vacunas contra los asambleístas aquellos que ocultan su estupidez burocrática creyendo que el juicio político sirve como antídoto y calmante, vacunarse contra el desate de la campaña política que lo único que pregona es la existencia del fraude, mientras la horrorosa incapacidad del CNE y su señora esgrimen legalismos absurdos que debieron solucionarse, porque había como, y nos dejan a los electores llenos de la ira que algún momento estallará.