Ubi concordia, ibi victoria

Javier Corella Sánchez

Ecuador vive momentos obscuros, las cosas no van bien, no es un tema de ahora sino algo que se venía fraguando desde hace meses con la ruptura de relaciones diplomáticas entre Legislativo y Ejecutivo. Ese tema nos llamaba la atención y lo veíamos algo distante a nuestra realidad puesto que no interfería de manera directa en nuestras actividades diarias, pero ahora la situación cambió.

De a poco la problemática se acerca a nuestras casas, vemos cómo se siente la situación en nuestras mesas, nuestros bolsillos, en nuestros negocios y como siempre comprendemos (tardíamente) la importancia de conocer a quienes elegimos, no solo como presidente sino como asambleístas y demás. De a poco comprendemos que el consenso es la base fundamental para el desarrollo de los territorios y nace la sentida necesidad de que esto termine.

Donde hay unidad, hay victoria nos dice el vocablo latín que titula este artículo y muchos lo entenderán como apoyo a la protesta y manifestación que desde este martes empezó a teñir de sangre las calles del Ecuador. No me refiero exclusivamente a ello (aunque el derecho a la protesta es universal), me refiero a la unidad que debemos mantener los ecuatorianos para enfrentar lo que se viene con valentía y dignidad.

La mezcla de malestares sociales, económicos, culturales y políticos pueden componer una fórmula letal para una nación que busca salir de una crisis sanitaria y económica. Vemos al presidente cada vez más acorralado, ahora ya no solo tiene presión por parte del cuerpo legislativo que compone la Asamblea Nacional, ahora las fuerzas sociales se unen a la presión y sobre todo las fuerzas políticas de oposición que claramente buscan su fin. Es momento de decidir, es momento de resistir dignamente los cambios que se nos vienen estimado lector.

 

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