El presidente de la Corte Constitucional, le sugiere a Lasso, se rodee de asesores con experiencia, no de adulones con maestrías, que le digan lo que debe hacer, no lo que desea escuchar.
El Departamento de Estado de EEUU, le advierte que la fuerza pública está infiltrada por el narco-terrorismo; lo cual pone al descubierto la estructura del narco-Estado instaurado el 2008.
El presidente Lasso debería asesorarse de los Servicios de Contrainteligencia de FFAA, PPNN y cruzar información, antes de tomar decisiones que afecten a la institucionalidad del país; mucho más en este tiempo, después de que durante la década infame fue infiltrada por el G2cubano, con la complacencia de los mandos de la fuerza pública, que convirtieron en burla el juramento de defender la Patria.
Ciudadanos que impulsaron con éxito Consultas Populares para consolidar Santo Domingo de los Tsáchilas, lograron que la Corte Constitucional apruebe la Reforma Parcial, para eliminar de la Constitución, las funciones creadas por el narco-comunismo.
La sociedad civil, le insiste con asiduidad, que desarme la estructura constitucional implantada en Montecristi, por el narco-terrorismo internacional; sin embargo, Lasso mantiene intacto el narco-Estado, causante del deterioro económico, moral, social, político e institucional del país.
El neocomunismo logra un nuevo filón de oro, que se agrega al tráfico de drogas, armas y personas, con los que financia su «política», legalizó el tráfico sexual de menores de edad, «consensuado».
Mientras más tarda Lasso, en desbaratar la Constitución narco-comunista, más nos aproxima a la cubanización, poniendo en evidencia que carece de decisión, coherencia y valor, para erigirse en el restaurador del Estado de derecho en Ecuador.
Es responsabilidad del presidente de la República, controlar el caos instaurado por el narco-terrorismo internacional, no convertirse en una parte del mismo.