El cambio climático y los efectos que ya podemos sentir en nuestro planeta, nos llevan a buscar una nueva forma de habitar, de consumir y sobre todo de ser responsables y comprometernos con el medio ambiente. En el campo de la construcción y la arquitectura, desde hace algunos años hay el interés por el uso eficiente de los recursos, energía y materiales. Es ahí donde cobran relevancia la arquitectura sustentable y los sistemas constructivos tradicionales.
La arquitectura sustentable es una manera sostenible de plantear proyectos, buscando la optimización de recursos naturales y minimizar el impacto de las construcciones sobre el medio ambiente y los usuarios. Dos de los recursos que más optimizan son el agua, tanto en la fase de construcción como el manejo de aguas lluvias y aguas residuales que se producen y el manejo energético, que puede llegar a reducirse en un 30% en comparación con construcciones convencionales.
Cobran mucha relevancia los sistemas constructivos tradicionales, que recuperan las formas de construir de nuestros ancestros. Son sistemas constructivos llenos de sabiduría y del profundo conocimiento del entorno en el que el proyecto se ubica. La construcción en madera, bambú, adobe, bahareque, entre otros, son importantes porque respetan a su contexto, clima, topografía y aprovechaban las características del sitio y de los materiales para hacer de los ambientes internos de las construcciones bastante estéticos y cómodos.
Gracias a estas construcciones se puede proteger la biodiversidad, los recursos naturales, reducir los impactos negativos en el entorno y poner en valor otra manera de construir y hacer arquitectura, lo cual en nuestra sociedad actual es muy necesario.