Salud pública

José Manuel Aguilar Reyes

Es el compromiso elevado y científico de dos profesiones que se dan la mano, al momento de asumir responsabilidades: la medicina humana y la medicina veterinaria.

Ahora, con motivo de esta pandemia que tiene aún en alerta al mundo entero, estas dos ciencias volvieron a entrecruzar sus saberes, para lograr un objetivo común: la salud del hombre, como expresión suprema de su esfuerzo, ajeno a lo actuado por las organizaciones de salud universales, que sin justificación alguna, marginó a la segunda de su principal objetivo; pero esa actitud más bien ha estimulado a la veterinaria a demostrar su importancia social y fundamentalmente científica, a tal punto que, son las mismas organizaciones las que han conmutado sus acciones para aceptar una verdad inobjetable: la fusión científica de estas dos ramas, sumando ahora una tercera relacionada con el manejo del ambiente, denominada “Una sola salud”.

La unión de las dos medicinas deja de ser un simple enunciado, en la formación profesional de ambas, se comparte varias disciplinas, sobresaliendo la salud pública, materia que permite a la medicina veterinaria desarrollar una enorme experiencia en el manejo epidemiológico de las pandemias, muchas de ellas, de carácter zoonótico (enfermedades trasmitidas de los animales al hombre y viceversa), apareciendo el término “cuarentena”, de mucho uso en la pandemia que padecemos.

El origen del término, data del siglo XIV, en Venecia, como medida de control de las epidemias de peste negra que azotaban a Europa y que obligaba a los barcos y personas que provenían de Asia a esperar 40 días, justo al lado de Lido en el borde oriental de la laguna veneciana, que lleva el nombre de Lazzaretto Vecchio o Lazareto Viejo, antes de entrar en la ciudad, tras la comprobación del estado de salud de los viajeros, enfermedad está zoonótica, que me priva aumentar comentarios de esta histórica relación.

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