Saber elegir

Yveth Romero Padilla

Yveth Romero P. 

El ser humano es ético por naturaleza, no tiene opción, es decir, dejar de ser ético es dejar de ser humano. El ser humano puede elegir, y siempre lo estamos haciendo, eso no sucede con una roca, un árbol o un animal; y nuestras decisiones o acciones siempre tienen un resultado o consecuencia, pero,  como estas no se ven de manera inmediata no las asumimos con responsabilidad. 

A nivel físico es tan fácil ver esto, como cuando lanzamos una pelota de goma sobre una pared, esta retorna con la misma fuerza y velocidad con que la lanzamos, tiene una acción y una respuesta o reacción. Una semilla que ha caído en la tierra, en un lapso de tiempo, empezará a surgir. No la vemos, no sabemos qué sucede bajo la tierra, pero llegado el momento, la veremos salir. De la misma manera, nuestras acciones emocionales y mentales, en algún momento dejarán ver sus consecuencias. Todos nuestros actos tienen un resultado, una consecuencia, un fruto tanto en lo físico como en lo más sutil. 

En algunos casos, estas consecuencias se verán de inmediato, pero en otras, el tiempo traerá los frutos. Los filósofos de Oriente y Occidente que estudiaron esto y que asimilaron con gran sabiduría, nos dejan lecciones de vida en base a principios de armonía, equilibrio y justicia, que se puede ver presente en toda la naturaleza; si se dieran actos impunes, viviríamos en un mundo sin justicia, pero, esto, no es así. No existe un acto que no genere, tarde o temprano consecuencias, porque existen leyes naturales, existen principios atemporales de justicia, bondad, belleza y verdad. 

Reflexionar las consecuencias de nuestros actos y hacer que nuestras decisiones no sean obligadas o convenientes, sino, saber elegir siempre de la mano de lo correcto, hace que caminemos a ser mejores seres humanos.  

Nueva Acrópolis Santo Domingo