Próximos a las elecciones, entre tantas percepciones que puedan venir a la mente es inevitable (al menos para mí) esperar una campaña diferente a las de descrédito en todos los niveles del ser humano como ya es costumbre, pero no sano.
Hoy pensaba en qué pasaría si de tarea a los candidatos se les pregunta el estado actual de los espacios públicos que desean posicionar y aún más importante conocimiento del estado de los bienes comunes que defiendan de la cual parte la propuesta no agravio. Todo ser tiene su razón de lucha.
Qué necesario un apoyo formativo a los candidatos, obviamente la voluntad de cada uno de ellos es imprescindible, pero lo básico necesitamos políticos que sean representantes de las “causas” en la historia de su vida no del proceso electoral.
Al caso, debemos consultar a los candidatos a diferentes dignidades si han revisado el Código Municipal, los Planes de Ordenamiento Territorial (esto como mínimo), lo más lógico sería valorar su conocimiento base y norte de su “lucha”, que importante conocer la razones de su “causa” el motivante y colectivo que representa en un tiempo prudente que le dé su reconocimiento. La defensa de los bienes comunes en efecto tiene su impacto al acceso de los bienes intangibles también importantes como la tecnología, información, hablamos de topar todos los matices en el interés de la ciudad y de la provincia.
Sueño, por ejemplo, con un Concejo Cantonal, con representantes que militan por los servicios básicos, la cultura, el deporte, las igualdades sociales, la inclusión, el aire, el agua, la vida, si somos comunidad debemos buscar el beneficio comunitario bajo un tejido social que respete nuestro entorno. Lleguen al poder con una causa, causa noble por supuesto.