Plan Deming

Miguel Méndez Guerrero

Utilizado por los sistemas de gestión de la calidad en los servicios, permitiendo a las organizaciones una mejora integral de competitividad de los productos y servicios, mejorando continuamente la calidad, reduciendo los costos y optimizando la productividad e incrementando la participación.

Como preámbulo a las nuevas elecciones de funcionarios públicos, que se avecinan y que miles de ciudadanas y ciudadanos están impacientes por ser candidatos y tratar de llegar a ‘servir’ a la comunidad.

El plan Deming fue utilizado en los años cincuenta por un ciudadano que optó por la alcaldía de uno de los municipios más importantes de América del Norte; fue tan modesta su campaña que llegó a los electores; su ofrecimiento fue realizar una gestión de acuerdo con lo que tenía, sin engañar ni fantasear con obras faraónicas, ganado así las elecciones.
El primer paso fue gastar el 90% del presupuesto en indemnizar a los empleados y trabajadores; por supuesto con una oposición en todos los sentidos.

Redujo al 10% el personal de la policía metropolitana, designando un solo policía para cada Estado es decir solo 21 policías, pero agrupó a la comunidad para que trabajen con él. Los resultados fueron óptimos, porque encontró que la ciudadanía participaba activamente.

En el área financiera solo ocupó cinco funcionarios de los cientos que existían. Un director financiero, un contador, un tesorero y dos asistentes con conocimientos del área, evitando así el tortuoso papeleo para lo mismo.

En nuestro medio se designan directores y jefes departamentales, solo cambian de nombre, los mandos medios siguen los mismos que en definitiva son los que mandan y por ello no hay resultados.

Ojalá quienes aspiran, que son cientos, se preparen y lean la legislación para que mañana por lo menos sean bien vistos cuando terminen su gestión.

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