¿Normalidad?

Javier Corella Sánchez

Salimos de la paralización, los integrantes de pueblos y nacionalidades indígenas regresaron a sus tierras con la algarabía del deber cumplido o con el sinsabor de lo que pudo ser tras 18 días de protesta y no fue, políticamente quedó claro que una Asamblea Nacional polarizada no hará nada fácil el trabajo del Ejecutivo. El Gobierno desde la esquina de la reflexión ha tomado posturas correctivas como el cambio de una parte del gabinete ministerial orientado al cumplimiento de las metas propuestas en el Plan Nacional, es así que de a poco se evidenciará si los cambios fueron efectivos o consecuencia de la urgencia “post-caos”.

Algo que a más de un ecuatoriano ha llamado la atención es el hecho de que las fuerzas delincuenciales tras una “pausa” decidieron retomar funciones, pues los índices de muertes violentas, los asaltos a mano armada, las extorsiones y demás hechos violentos volvieron a hacer parte del día. Me lleva a pensar en que si la agenda programática mediática estuvo enfocada meramente en la protesta y sus efectos en la economía y balance social o realmente los delincuentes se dieron “vacaciones” durante el paro; concluyamos.

Creo fervientemente en los cambios y sus efectos, pero de igual manera creo en la priorización de dichos cambios. Si bien es cierto tenemos nuevos ministros y eso es bueno pues las ramas de Finanzas, Salud, Obras Públicas y Educación Superior necesitaban mejoras, pero asimismo los mecanismos de defensa contra el crimen necesitan un actuar urgente por parte de los tomadores de decisiones, es elemental operar sobre las fuerza pública y brindar el contingente económico para que cada territorio pueda salvaguardarse del crimen, salimos del paro pero seguir con los índices de delincuencia no es nada “normal”, exijamos seguridad, la merecemos, nos urge.

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