Minería ilegal

Verónica Narváez

Casi 5 meses bastaron para destruir el río Jatun Yaku en la provincia del Napo, cuentan que desfilaban las retroexcavadoras decomisadas, otras quedaron desarmadas entre la selva, aunque bastante tarde, al menos llegó la ley para controlar la fiebre del oro y su destrucción.

Impresiona los testimonios que narran todo un aparataje de mafia minera e ilegal ecuatoriana y claro aún peor y triste es el paisaje muerto que dejó la ambición, en medio de esto, escenas de una intervención de la Policía Nacional, Fiscalía y Fuerzas Armadas donde 1600 uniformados intervinieron en un operativo esperado que duró seis días de intervención en Yutzupino, en resultado 107 retroexcavadoras y maquinaria de extracción de oro fueron decomisadas (cuentan los habitantes que en la realidad llegaron a ser 300 retroexcavadoras sobre el río), en la confrontación una casa patrimonial de Puerto Napo fue incendiada por los mineros ilegales.

En el colmo del caso, circulan a vox pópuli nombres de personajes nacionales inmiscuidos en toda esta red de minería ilegal, y me pregunto: ¿Qué pasará cuando el oro azul como ya se conoce al recurso agua empiece a escasear? ¿Solo ahí se le dará el valor necesario?

Las políticas de estado deben ser alineadas en la práctica de forma radical a la protección de los recursos, o es que acaso ¿es necesario que cada provincia eleve sus procesos de protesta y consulta popular para salvaguardar los recursos naturales de sus territorios? los que no se organicen y accionen tendrán la intervención legal e ilegal de la minería, esa es una tarea que nos lleva el tiempo en contra.

La lección es que ya necesitamos esa bandera de lucha en la provincia, estamos alerta para preservar nuestros recursos, es momento de organizarnos.

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