Karla Estrella Mejía
La historia de cada tierra se escribe con los testimonios de su gente, sus dificultades, desafíos, así como sus victorias. La provincialización de Santo Domingo de los Tsáchilas no fue la excepción; desde los años 60, el sueño de ser provincia surgió con el primer comité pro creación, sin embargo, los esfuerzos para ello no fueron suficientes, y aunque no cesaron, el último comité liderado por Kléber Paz y Miño consiguió que se decida en consulta popular la creación de la provincia. Después de mucho esfuerzo, el 6 de noviembre de 2007, se publicó en el registro oficial la Ley de creación de nuestra provincia.
Pero la historia no puede reducirse a un solo hecho; es nuestro pueblo valiente que tuvo la grata coincidencia de agruparse en un mismo territorio, quizá huyendo de la sequía de otros lugares, o buscando una nueva vida lejos de la pobreza; al radicarse en nuestra tierra para amalgamar distintas culturas, etnias y estratos; Tsáchilas y mestizos; obreros y hacendados; comerciantes y profesionales; propios y extraños; todos haciendo un mismo pueblo que hoy ama esta tierra y ha echado raíces fuertes con frutos preciosos que hoy celebran 17 años de provincialización.
Como todo proceso, existen ventajas y dificultades; a pesar de haber subido un peldaño en el desarrollo político, económico y social, el sin sabor de la burocracia mal aplicada al proceso de descentralización sigue pasando factura y frenando el desarrollo de nuestra tierra, pues seguimos siendo dependientes de otra provincia con quizá mayores dificultades que las nuestras. En consecuencia, aún no logramos aplicar la coordinación por encima de la dependencia; por ello, no podemos decir que hemos derribado las barreras que nos frenan, pero tampoco podemos negar el desarrollo conseguido; desmerecer esto sería ser ingratos con la historia y con los miles de patriotas que se quedaron, y se siguen quedando aquí, en esta tierra llena de oportunidades, sueños y esperanza.