En el artículo de esta semana quiero compartir con ustedes una máxima de sabiduría preconizada por Marco Aurelio (emperador romano). La prosoche, que es la atención plena que damos al momento presente. Pareciera algo tan simple, común, pero no lo es, resulta que en el día a día la mayoría lo olvidamos por completo y nos dejamos perturbar por dos constantes: el inalcanzable pasado o el incierto futuro; como lo dijo Séneca (filósofo romano) “Mientras esperamos a vivir, la vida va pasando”
Nuestra inteligencia, acompañada de los mecanismos evolutivos de supervivencia ha dado como resultado; un incesante ruido mental que nos incita a lamentarnos por lo que sucedió o sentir miedo por lo que vendrá. Tenemos que entenderlo para liberarnos, pues el tiempo es efímero y cuesta saborearlo. Leí un anuncio de chocolate que lo explica perfectamente el slogan decía “Todo lo bueno se acaba”. Por eso, ser conscientes del aquí y ahora, es una manera de tomar la vida con las manos, comprendiendo que es la única realidad que habitamos; en este momento se puede actuar, crear “hoy es nuestro día” el presente es todo lo que tenemos.
Cuando te levantes por la mañana, piensa en el privilegio de vivir: respirar, pensar, disfrutar y amar, seamos agradecidos. Él ahora nos hace tocar la eternidad, sin malgastar nuestro tiempo y energía en lo que pasó o lo que viene ¿Sabes que somos lo que pensamos? La atención es la lámpara de la mente, la que nos permite observar con mayor claridad. Úsala para tu beneficio y podrás iluminar no solo tu vida, si no la de los que se crucen en tu camino. ¡Ser luz es tu destino ¡