Justicia

Javier Corella Sánchez

La semana inició terriblemente mal para Santo Domingo, pues logramos ser noticia nacional por aquel infortunado hecho que enlutó a las familias de una menor y el conductor de una unidad de transporte escolar. Me atrevo a decir que la noticia alcanzó una esfera nacional pues incluso tuvo la opinión del Presidente de la República Guillermo Lasso quien motivó a las autoridades competentes a cumplir lo que la norma dispone en pos de administrar justicia de manera coherente, oportuna y transparente.

Llama mucho mi atención la capacidad de movilización y protesta que tuvo este lamentable incidente, como las fuerzas sociales se unieron en pos de reclamar justicia. ¿Acaso el sistema de justicia no logra convencer al ciudadano? ¿Se requiere movilizar a miles de personas para que la justicia sea correctamente aplicada? ¿Los entes administradores de justicia han logrado replicar en la ciudadanía sus acciones a tal punto de gozar de su confianza absoluta? Al parecer no.

Estamos en un momento en que figuras de carácter legal como el Arresto Domiciliario, el Habeas Corpusestán a pedir de boca dentro del sistema de justicia, en donde las decisiones que son de altísima relevancia para la nación son sorteadas hacia jueces que mantienen demandas en firme por sus actos y muchas veces tienen lugar en los territorios más remotos del país. No se puede seguir operando a una justicia desde la esquina de la conveniencia personal y mucho menos del compromiso político.

Buscamos confiar en la independencia que tiene el Poder Judicial con respecto al resto de poderes y lograr de una vez que quienes cometan ilícitos cumplan una pena por ello. La protesta es una manifestación valedera por completo, pero manifestar para que la justicia haga su trabajo, creo no nos corresponde como ciudadanos. ¿Qué duda cabe?

 

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