Inseguridad como herencia

Diego Albán Quishpe

Ecuador vive una crisis de inseguridad, donde la violencia es una realidad cotidiana que golpea a la población en todo el territorio nacional. Situación que nos ubica como uno de los países más peligrosos y con el aumento más acelerado de muertes violentas en toda la región latinoamericana. 

Mientras la inseguridad va en aumento y gana territorio, el Gobierno de turno no ha podido ni siquiera controlar estos hechos de violencia reflejados en muertes violentas, crisis carcelaria, asaltos y extorsión. Las medidas dictadas, no se han tomado a tiempo, no son efectivas, y tampoco son suficientes para combatir la inseguridad. Tan solo nos quedamos en las vacunas. 

En este contexto, las y los jóvenes hemos heredado un país sin garantía alguna en razón de seguridad, limitando nuestro crecimiento profesional y económico; toda vez que, solo el hecho de pensar en emprender, pone en riesgo nuestra integridad y la de nuestros seres queridos. Herencia recibida por los últimos y actual gobierno, quienes han permitido, a falta de medidas de seguridad preventivas, oportunas y eficaces, que bandas delictivas y grupos terroristas ganen territorio y apoderamiento para sus fines antisociales y alejados de la paz social. 

Ante esta situación, preocupa pensar en el impacto social y económico que tendrá el país en unos cuantos años como consecuencia de la actual crisis. Por ello, la responsabilidad de poder cambiar esta realidad, recae en cada uno de las y los ciudadanos; iniciando desde la educación que impartimos en nuestros hogares, generando rechazo y no admiración a estos grupos delictivos; como también, eligiendo con responsabilidad a nuestros mandatarios, quienes cumplen uno de los roles más importantes, ya que son quienes deciden tomar las medidas necesarias. 

Ecuador, país megadiverso y de paz. ¡Te recuperaremos!

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