Híbridos

Rogelio Morales Cattani

En el reino animal, “los híbridos” resultan del cruce de especies o subespecies diferentes: cruce de leones con tigresas = ligres; perro con loba = perro lobo; cebra con asno = zebrasno; burro con yegua = mula, animales que tienen diferentes características.

No todos los híbridos son estériles, otros sí, “la mula” por ejemplo no puede reproducirse y siempre habrá la necesidad de un burro y una yegua para que nazca una “mula”, muy codiciada para las labores de campo por su capacidad y resistencia para el trabajo. Otro tipo de “mulas” son las que utiliza el narcotráfico con fines perversos, también son apetecidas y bien remuneradas, acostumbradas al dinero fácil e ilícito.

El pueblo también suele utilizar la frase “eres una mula” para referirse a las personas que se atreven a dirigir el destino de la gente a pesar de su poca capacidad intelectual, creatividad e inteligencia. Recordemos que la “mula animal” trabaja y entiende generalmente a punta de palo y golpes y quienes dirigen el destino de seres humanos también se han acostumbrado a eso, a reaccionar como “las mulas” solo cuando la gente protesta y se moviliza en marchas y paros. Este tipo de “mulas” que no deberían tener ningún estímulo monetario, en política han surgido como variedad de “mulas sarnosas hambrientas de poder” que comen los desperdicios que les dan sus dueños, o los socios de sus dueños.

Los “burdéganos” que son el resultado del cruce del caballo con la burra, aunque diferentes, son parientes de las “mulas”, son más grandes, tienen el cuerpo de caballo y la cabeza e inteligencia de las burras, son menos codiciados porque son poco trabajadores y “el caballo grande así no ande” no le sirve al campesino, peor al pueblo.
En nuestro folklore político se han formado híbridos inimaginables: perros vagos, monos sapos, chiva perra, puercos avispados y últimamente delincuentes que ponen “cien pies en polvorosa” y que se vuelan del país apestando como vulgares, ratas puercas.

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