Hacer lo correcto

Yveth Romero Padilla

Yveth Romero P. 

Existe un camino muy claro entre hacer lo correcto y lo incorrecto o conveniente, pero se los suele confundir con facilidad. Y esta confusión se da porque no se conoce exactamente cuál es la diferencia entre ambas acciones. 

Hacer lo conveniente es una acción teñida de egoísmo, pues lleva a las personas a tomar decisiones frente a lo instintivo, a la sobrevivencia, el placer, la ambición y el deseo, pasando, muchas veces por encima de las necesidades de los demás. 

En estos días, donde escuchar sobre el poder otorgado el ser elegido como autoridad de una institución pública, llamémosle correctamente, “servidor público”, o incluso, el servidor privado; cuando este utiliza el poder de su cargo en perjuicio de una persona, de un grupo de personas o de la misma institución a la que pertenece, y obtiene beneficio propio de esa acción, es un uso ilegítimo del poder, es un acto de cobardía, y debilidad. Ha olvidado la verdadera naturaleza de su ser, pues el ser humano es bueno por naturaleza, siempre sabe, sin tener que pensarlo dos veces, qué es correcto y qué no lo es, el problema está que pese a que lo sabe, decide hacer lo incorrecto, esto lo convierte en una persona inmoral.

¿Por qué suceden estas cosas? Porque hacer lo correcto es un acto de valientes. 

El camino de las acciones correctas es un camino de valientes, primero porque debe luchar sobre el estigma de que no obtiene beneficio propio de su trabajo, porque será visto como raro, ya que no aprovechará la coima. Es un valiente porque sus actos son legítimos avalados por una férrea moral, asentados en principios éticos atemporales, es valiente porque es íntegro, no se quiebra ni se deja convencer. 

Hay dos caminos muy claros entre hacer lo correcto y hacer lo incorrecto o conveniente. ¿Por cuál camino transita usted? ¿Cuál es el camino que está enseñando a transitar a sus hijos?

Nueva Acrópolis Santo Domingo