Estupidez legislativa

Orlando Amores Terán

Orlando Amores Terán 

La  estupidez humana, supera la «irracionalidad» animal: 1) El CO² no es el único generador del cambio climático, la propia naturaleza produce metano, vapor, nubes, que alteran el clima. 2) No está aislado el «ecosistema» del «homo sapiens», somos parte de la naturaleza, formamos un organismo ecosocial. 3) No podemos permitir que los burócratas nos traten como un «virus», para el Planeta. 4) Debemos entender que el desarrollo sostenible, es posible, si existe prosperidad en las personas. 5) Toda regulación que afecta a la libertad, supone desincentivar la producción, por tanto escasez, encarecimiento, reducción de la riqueza, incremento de la pobreza. 

Aún cuando consiguiéramos una producción económica carente de emisiones de CO², lo cual significaría volver a la era de las cavernas. Pese a las limitaciones en nuestro crecimiento, no obstante este retroceso, lo que lograríamos es una reducción de 0.0006 grados del CO² en la Tierra. Comunistoides que se quedaron sin piso ideológico, al constatar cómo el desarrollo industrial, el libre comercio, la globalización han permitido superar la pobreza en 200 veces, con relación a la que existía desde el siglo I al XVIII; son los que impulsan la agenda 2030. 

Esta instrumentación nociva, está detrás de la Ley Animal que se pretende imponer desde la Asamblea. La historia de la humanidad demuestra que han habido variaciones extremas en la Tierra, y siempre hemos sabido adaptarnos. Por tanto, tenemos la obligación de oponernos a ser tratados como virus. El deber moral de oponernos a que subordinen a los humanos, al interés y  pretensos «derechos» de los animales, más allá de nuestra responsabilidad tutelar, por ser supuestamente más racionales que aquellos. 

Si les dejamos imponer sus aberraciones, propiciaremos a futuro, el matrimonio de un asno con un político «progre», para que todas sus necesidades se conviertan en derechos satisfechos.

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