Faltan pocos días para iniciar un nuevo año y por ello invito a cada uno de los lectores a tomar decisiones firmes y a la vez totalmente convencidas con la finalidad de transformar su vida a través de la planificación adecuada antes de que una nueva época inicie.
Es sin duda alguna el año adecuado para realizar sus anhelos, cumplir sus metas y de alcanzar sus objetivos, es el año oportuno en el cual debemos deslumbrar como nunca lo hemos hecho en honor a todos aquellos que fruto de los últimos acontecimientos globales han caído.
Actualmente y tras varios meses de incertidumbre pandémica, el simple hecho de conservar la oportunidad de seguir con vida es un milagro divino, es lo más preciado que podemos conservar tras tantas vidas perdidas, varias tragedias nacionales y tanto dolor prolongado.
Incentivo a cada uno de los ecuatorianos a conseguir aquello que anhelan, es el momento oportuno de honrar a aquellos que no pudieron hacerlo, a sus seres queridos, a los que creen en ustedes por la sencilla razón de retribuir su fe y esperanza.
Invito a valorar aún más nuestra vida y existencia, a disfrutar cada detalle de ella, a dar gracias por cada miembro familiar, situación cotidiana y oportunidad de ofrecer al mundo lo mejor de cada uno de nosotros.
Recordemos que nuestro tiempo es corto, no somos eternos ni mucho menos tenemos edad garantizada, por ello llegó la hora de tomar las acciones necesarias de forma correcta y redirigir nuestro camino con la finalidad de dejar nuestra huella en cada una de nuestras acciones, resultados y camino para guiar nuestra vida hacia un mejor porvenir.
Es la única manera en la que podemos generar un cambio, no solo individual, más bien uno familiar, social y nacional.