Del paro nacional

Mesías Mestanza Solano

La costumbre y el pésimo accionar de unos pocos malos ecuatorianos nos hacen constatar que el paro no es sino un motín o disturbio que se manifiesta por su carácter violento, con miras a la paralización de servicios públicos y privados. Estas acciones han provocado la obstrucción de carreteras, saqueos, cierre de mercados, destrucción de vías, inmovilización del transporte y desabastecimiento de alimentos causando serios problemas e indescriptibles atrasos al país.

Una vez superada relativamente la pandemia, en una crisis permanente de corrupción y cuando empezábamos una mediana reactivación de la economía, en época pre electoral, aparecen los protagonismos políticos provocando este injusto paro nacional que ha traído consecuencias funestas y del cual ignoramos las consecuencias definitivas, pero que sin embargo, podemos avizorar.

Pienso que la detención de Iza, incluso cuando los juristas sostengamos como legal, fue un acto policial de lo peor, porque aquello enardeció los ánimos de los violentos. No podemos calcular en qué terminarán estos hechos vandálicos; peor aún si la audiencia de juzgamiento se realizará recién el 4 de julio; entonces,si los indígenas no obtienen una respuesta positiva a sus peticiones, la situación se tornará aún más difícil. Como si fuera poco el vivir en zozobra por la delincuencia, ahora hay algo más llamado “paro nacional”. La verdad es que nadie contribuye a la solución… se ofreció la Asamblea Nacional para lograr una mediación, pero por Dios no, no.

La detención del líder de la CONAIE hizo que se sumen más fuerzas en su favor, dividiendo mucho más a los ecuatorianos. Si el paro fuese la solución, todos plegaríamos, pero en nuestro país los únicos que se benefician de ello son los organizadores y sus mafias. En conclusión diremos que todos hemos perdido, en especial los campesinos porque se les han hecho agua sus productos. La paz social se consigue con ciertos sacrificios. Alguien tiene que ceder.

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