Armas, salvan vidas

Orlando Amores Terán

Las leyes de control de armas afectan a las personas que respetan la ley, no a los criminales, ellos no necesitan permiso para armarse. Debemos protegernos, porque el Estado carece de elementos suficientes, investiga el crimen, después del suceso.

En 1911, Turquía estableció control de armas: 1.5 millones de armenios indefensos, fueron exterminados. En 1929, la URSS estableció control de armas: 20 millones de disidentes indefensos, fueron exterminados. En 1938, Alemania estableció control de armas: 13 millones de judíos indefensos, fueron exterminados.

En 1935, China comunista estableció control de armas: 20 millones de disidentes indefensos, fueron exterminados. En 1956, Camboya estableció control de armas: 3 millones de personas indefensas fueron asesinadas por comunistas «jemeres rojos».

En 1964, Guatemala estableció control de armas: 100.000 mayas indefensos, fueron exterminados. En 1970, Uganda estableció control de armas: 300.000 cristianos indefensos, fueron exterminados. Los regímenes comunistas, donde es prohibido a los ciudadanos tener armas, han asesinado a 120 millones de personas, durante el siglo XX. No hay Defensoría del Pueblo.

Esa es una denominación cínica. Lo que existe es defensoría de minorías violentas, de delincuentes, saqueadores, destructores, incendiarios, terroristas; que para privilegiar los derechos de los crápulas, discapacitan a la fuerza pública, anulan su legítima reacción, dejando en indefensión a la sociedad que subsidia el crimen, a través de ése tipo de instituciones.

Los Estados, como los individuos, disuaden cualquier intento de agresión, cuando están armados, porque ante las armas solo cabe la persuasión, el razonamiento; no es factible utilizar la fuerza, sin generar legítima respuesta violenta, a la agresión. Lasso, debe disponer el porte y uso de armas, para disuadir el auge criminal provocado por el narco-terrorismo instaurado durante la década infame 2007-17.

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