¡Alerta máxima!

Orlando Amores Terán

Con el argumento de que el poder militar está subordinado al poder político, justifican su inacción frente a circunstancias que exigen actuaciones por encima de «consideraciones jurídicas».

Por eso la fuerza pública está pisoteada por el neocomunismo. Rindieron honores a sus enemigos. ¿Creen que Pinochet hizo apreciaciones legales, cuando Chile se precipitaba al comunismo? No; asumió defender su país del comunismo. Hoy enfrentamos algo más perverso, el narco-comunismo, que es el neocomunismo financiado por el tráfico de drogas, armas y personas.

Da vergüenza ajena, ver la otrora FFAA victoriosa de Paquisha, Cenepa, humillados por un ladrón que los «comandó» y ministros mequetrefes que se burlaron de la tradición militar. Por mandato de la Carta Montecristi, son protectores de libertades; tienen la misión de defender la soberanía (Art. 158). ¿Qué esperan? Estamos bajo ataque de un enemigo interno formado por bandas narco-terroristas, guerrilla urbana, organizaciones criminales vinculadas al neocomunismo y delincuencia común.

La guerra asimétrica, dispersa, se expresa en la corrupción generalizada, en la amenaza de desestabilización, vandalismo, saqueo, masacre. Los vimos en octubre 2019, en las cárceles. Mientras sea legítimo, el poder militar está supeditado al poder político. No es legítimo que el poder político insubordine la tropa contra la oficialidad; que destruya la disciplina; que disponga del dinero de la seguridad social; que desafíe al poder militar, imponiéndole autoridades vinculadas a la guerrilla, al narco-terrorismo. No es legítimo que el poder político ofenda al poder militar, al no considerar a narco-terroristas, guerrilleros, como enemigos del Estado.

No tienen justificación para la impavidez, ante la destrucción ética, económica y social de nuestros países. Habrá una placa con los nombres de quienes estuvieron al mando de FFAA, durante la década infame, que nada hicieron, por liberar Ecuador del narco-terrorismo; más pudo la comodidad del rango, que cumplir su misión y juramento. ¡Primero mi Patria!

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