El 2 de octubre de 1997, el Congreso Nacional del Ecuador, aprobó la “Ley Especial de la Institucionalización del Día Nacional del Negro y reconocimiento como héroe nacional a Alonso de Illescas”. Se estableció esta fecha como una manera de reparación y consideración, la cual nos invita a reconocer año tras año, el inmenso aporte de la población afroecuatoriana en el desarrollo del país en todas sus formas, desde la producción y la economía, la cultura, el deporte y en la propia historia, donde decenas de mujeres y hombres negros fueron parte de las luchas para lograr nuestra libertad e independencia; heroínas y héroes, muchos de los cuales han quedado invisibilizados en el tiempo.
La realidad del pueblo Afroecuatoriano ha estado marcada a lo largo de la historia por el racismo y la exclusión social e institucional que nos ha marginado de la construcción de la sociedad ecuatoriana y, por lo tanto, nos ha privado del desarrollo de sus potencialidades. Motivados por los siglos de historia y desigualdad nace la aceptación de la expresión “Afro” la cual realizó las Naciones Unidas y tiene como objetivo el reconocimiento de los descendientes de personas africanas que llegaron durante la época colonial al continente americano como parte del comercio de esclavos, y que sufrieron históricamente la discriminación y la negación de derechos humanos.
Sin embargo, la sociedad está en constante cambio, se adquieren nuevas costumbres, se adoptan nuevas maneras de pensar, la ciencia y tecnología avanza, la comunicación se modifica, aun en el campo de derechos humanos se identifican derechos esenciales y específicos, se lucha por ellos, se conquistan y se ejercen, y en ese contexto es procedente saber que cuando contradigamos la historia única, cuando nos demos cuenta de que nunca hay una sola historia, estaremos obligados a recuperarla para que guiemos a cada niño, niña, adolescentes y adulto a conocer la historia tan inigualable que rodea a esta hermosa etnia negra, hoy reconocida como pueblo Afrodescendiente.