Aborto será un crimen

Mesías Mestanza Solano

Con el único ánimo de sensibilizar a la Asamblea Nacional que está en estos días elaborando la Ley de Interrupción del Embarazo en caso de violación, me permito recordar que aborto es la expulsión violenta, temprana y anticipada del embrión, feto o criatura por medio de pinchazos o succión con dispositivos manuales o electrónicos, la misma que producirá restos placentarios, hemorragias, agrandamiento y deformación del útero de la madre; en definitiva, destrozar a quien no pidió venir; a la vez, recordarles que la Constitución en el Art. 45 dice: El Estado reconocerá y garantizará la vida, incluido el cuidado y protección desde la concepción.

Como la Corte Constitucional ya se pronunció sobre este tema, a la Asamblea no le queda otra alternativa que estructurar la ley, cuyos puntos críticos entre los asambleístas se encuentran en la temporalidad para interrumpir el embarazo y la objeción de conciencia de los médicos para proceder con el aborto. Por tratarse de los “derechos de la madre” y de la vida misma del nasciturus, el tema es muy delicado y controversial; debieron entonces los asambleístas hacerse asesorar por expertos científicos, pues, del modesto estudio y consultas que he realizado a entendidos en la materia, el tiempo no debe ser mayor a tres meses para su interrupción, se debe proceder con una denuncia, así también con un examen médico ginecológico emitido por junta de médicos para garantizar la certeza de la violación y no se deje en la impunidad este atroz delito.

Muchas veces el aborto ha servido, entre otras razones. para que la chica vaya al matrimonio sin carga alguna y sin que se haya “manchado el honor de la familia”. Lo que está muy claro es que al delito de violación se le va a destruir, desnaturalizar o al menos a esconder con otro delito más grave y cruel llamado muerte de un indefenso que con 28 semanas ya está formado. Es duro decir, pero se nos viene una carnicería humana.

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