Por: Ramiro Ruiz R.
En las elecciones pasadas el país se jugó la vida democrática. Si ganaba Lasso, la democracia estaría protegida. Ecuador ha sufrido la destrucción de la economía y la sociedad. Catorce años de amargura con gobiernos que vaciaron nuestras vidas y dejaron al país sin trabajo y sin alegría. Mientras los correístas veneraban el servilismo y el totalitarismo.
Si Arauz se hubiera alzado con el triunfo, el presente y el futuro del país habría sido tenebroso con la posibilidad de volver a un régimen populista.
Ahora podemos mirar exactamente la ruina del país por la irresponsabilidad del populismo totalitario, abusivo, violento, mentiroso, facilitador de la corrupción, el narcotráfico y la violencia.
Sin embargo, la sabiduría del pueblo y la realidad fueron más poderosas que la fantasía trágica. Ganó el candidato opuesto al socialismo.
¿Quién es Guillermo Lasso en la política? Pertenece a un partido Creando Oportunidades, CREO. Algunos medios de comunicación lo han puesto la etiqueta de un presidente electo de la derecha. Aunque manifestó que tiene un pensamiento liberal.
Un liberal admite ser abierto, respetuoso y tolerante con su vida personal y social. Guillermo Lasso ha explicado su defensa a las libertades individuales, el respeto a la propiedad privada, la democracia, el estado de derecho, libertad de prensa. El liberalismo aplica la mínima intervención del Estado en los asuntos económicos de sus ciudadanos, participando apenas como entidad reguladora y árbitro en los conflictos.
Guillermo Lasso afirmó, en algunas de sus intervenciones: “Vamos a fortalecer la economía y a crear los empleos que durante estos años se han perdido”.
“En el Gobierno del cambio tenemos claro que sin salud y seguridad no hay prosperidad. En este plan, los pacientes están en el centro de nuestra gestión. Implementaremos herramientas tecnológicas para la atención médica.
“Sin educación y cultura, no hay cambio. Un Ecuador de oportunidades se construye con una ciudadanía informada, brindándole acceso a distintas fuentes de conocimiento”.
Afirmó que “utilizará mano de hierro para los asesinos y violadores. Fortalecerá a la Policía Nacional con un eficiente entrenamiento y equipamiento. Cero impunidades ante el crimen.
Cuando presentó la idea de la “Cultura del Encuentro”, fue el momento de recordar a Voltaire, padre del pensamiento liberal: El filósofo creyó con en un sentimiento universal nato de la justicia que tiene que reflejarse en las leyes de todas las sociedades: la ley debería ser igual para todos.
La vida en común exige un “pacto social” para preservar el interés de los ciudadanos. Las responsabilidades de cada ecuatoriano lo llevarán a respetar y promover tal pacto como un compromiso moral. Y el propósito de la moral es enseñarnos los principios de esta convivencia fructífera.
La labor de cada persona es tomar el destino en sus manos y mejorar su condición mediante la ciencia y la técnica, y embellecer su vida gracias a las artes. «Cultivar el propio jardín», como señala Voltaire.
El nuevo gobierno no podrá administrar con éxito si no tomamos como nuestro el desarrollo de la “Cultura del Encuentro” y la Unidad con un propósito común como es salir de la pobreza económica, intelectual y moral.