Centroamericanización

Agustín Sánchez
Agustín Sánchez

Ya se siente la agitación pre electoral, donde gente habida de poder cae en la trampa de la ‘encuestitis’ para alinearse a la que consideran será la próxima autoridad de turno. En esta ocasión, el escenario pre electoral se verá reducido al mes de enero, pues en lo que resta del año el mundial de fútbol y festividades navideñas distraerán nuestra atención.

Para todo esto, usted ya habrá escuchado un sinnúmero de propuestas, principalmente de quiénes ostentan u ostentaron el poder y ahora quieren volver, alineadas a solucionar problemas de toda índole ciudadana.

Es decir, un grupúsculo de personas que se aprovechan de quiénes ceden espacios, pretenden encaminar los designios de esta patria desde el ámbito local durante los próximos cuatro años.

Me pregunto ¿Cuándo entenderemos la importancia de la política?, no se confunda con politiquería u oportunismo, sino de aquella actividad que enlaza a quienes gobiernan con la sociedad para satisfacer sus necesidades. Seguro coincidimos en la triste realidad social que enfrentamos, la cual en los últimos meses se ha desbocado en hechos delictivos terroríficos, me dirá ¿y qué tiene que ver la política?, pues precisamente, esos espacios que han sido cooptados por gente corrupta y sin escrúpulos, ha desviado la atención del Estado sobre la base de la sociedad, desplazándolos de oportunidades en educación, salud, vivienda y salubridad, consolidando el escenario perfecto para que las mafias adoctrinen y recluten.

Lo que vivimos no es más que el inicio de un estallido social, el cual durante los últimos años se ha encontrado oculto en “acuerdos de gobernabilidad”, y que en la actualidad exigen más por menos.

Que la polarización social es un problema, es cierto, que las brechas sociales deben reducirse, también es cierto, y no debemos restarles importancia, pero démonos cuenta que la gran amenaza que enfrentamos actualmente es la narcopolítica, la cual una vez que se apodere de nuestro país nuestro destino será, como menciona un amigo especialista en la materia, la centroamericanización del Ecuador, y de eso difícilmente hay retorno.

Por esto, la próxima vez que le pregunten qué opina de la política o por quién va a votar, piense antes de responder que le da lo mismo quién gane o pierda por que las cosas siempre seguirán así de mal, pues de ahora en adelante, créame, las cosas podrán ser peores.