Bi-Centenario

Andrés Pachano

La municipalidad de Ambato está empeñada, con motivo del Bicentenario de la Independencia de la ciudad, en la ejecución de un proyecto interesante, importante; proyecto de regeneración urbana de la avenida 12 de noviembre; lo ha llamado precisamente ‘Proyecto Bi-Centenario’.

La motivación de la municipalidad para la concepción de esta iniciativa, a la par de la conmemoración expuesta, se lo entiende por el reconocimiento a la dinámica social que modifica el uso de los espacios públicos, resultante del aumento de la movilidad y el cambio de uso del suelo urbano, esto permite prever una nueva visión del espacio urbano en este sector.

Dentro de la globalidad de este proyecto, hay una particularidad que ha generado reacción, malestar, es la reubicación de los cubículos de venta de flores frente al edificio de la Empresa Eléctrica Ambato.

Es menester hacer memoria, el proyecto arquitectónico del edificio de la EEASA es producto de un concurso de anteproyectos; su autoría corresponde al arquitecto Ramiro Pérez Martínez, uno de los más destacados arquitectos ecuatorianos, graduado en México y autor, entre otros, aquel del Banco Central del Ecuador. El edifico de la EEASA es una de sus obras más importantes. El racionalismo de esta obra, no solo se lo puede apreciar en las líneas de su volumen estructural, sino también en la conjunción de los espacios internos y externos urbanísticos que definen la obra. El espacio abierto, en la 12 de Noviembre y Espejo, es su elemento primordial, está en armonía con la volumetría circundante, le da amplitud, le da luz; de ahí que pretender obstruirlo con elementos postizos a un paisaje urbano consolidado, es al menos un despropósito. Esta plazoleta anterior al volumen del complejo arquitectónico, es el elemento transicional del proyecto, espacio abierto que está en armonía con el volumen de la edificación; son una integridad, son un único y solo conjunto. No se los puede obstruir. Sería bárbaro.

La Municipalidad, en su defecto debería pensar más bien en la creación de un mercado específico, único, con categoría, para la venta de flores, con la importancia que esta actividad tradicional y emblemática merece.