Auto destrucción…

JOFFRE DAZA QUIÑÓNEZ
JOFFRE DAZA QUIÑÓNEZ

América latina vive uno de sus peores momentos, desde el río grande al sur, pasando por Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Argentina, Nicaragua, Brasil, con raras excepciones, como el caso de Uruguay; todos estos países han pasado por procesos de la mentira y la oferta salvadora, con los dirigentes de la social democracia, y, luego cambiaron el nombre por socialismo del siglo XXI.

Aparecieron los vendedores de sueños, en Venezuela Nicolás Maduro, Rafael Correa en Ecuador, Los Kirchner en Argentina, Lula en Brasil, Evo Morales en Bolivia, todos estos sujetos cretinos y ladrones sin nombre, asaltaron las arcas de cada uno de sus estados, hasta dejarlas en banca rota, y luego vinieron los problemas sociales que estamos viviendo; producto de que miles de seres humanos fueron despedidos de sus empleos, economías quebradas; ya todos han pasado por los procesos de pobreza extrema, paramilitarismo, y las concebidas vacunas, asaltos y robos; es que no hay otra manera de entender los fenómenos que vive el Ecuador, jamás en su historia hemos vivido esta situación de alarma permanente, inseguridad jurídica y ciudadana, vivimos bajo el miedo, el susto, pronto seremos una ciudad encerrada por barrotes en cada casa.

Señores, con mucha pena debemos decirlo, la riqueza nacional esta mal repartida, hay inequidad, los recursos del Estado no alcanzan para las políticas de educación, vivienda, salud, seguridad, la policía ha sido rebasada, lo único que queda es el Ejército, pero los generales dicen que no es misión de ellos brindar seguridad interna, los esfuerzos del presidente no alcanzan para la gravedad de la crisis. ¿Será la hora de unificar el Sur, y nombrar a Mujica Presidente?.

Es urgente y necesario que las fuerzas políticas conformen un gobierno de unidad nacional, que permita acelerar los procesos administrativos, que se declare un estado de emergencia nacional, y que todos los presupuestos tanto del Gobierno nacional, como de los gobiernos seccionales sean utilizados en salud, educación, alimentación y vivienda; y por lo pronto que el Ejército intervenga para garantizar la seguridad ciudadana; y por último exigir a la banda de Rafael Correa que devuelva el dinero robado, para ponerlo al servicio de la patria.