En los primeros días del nuevo Gobierno hay un tema que ha llamado la atención y es ese sentido de austeridad que se está instaurando y aunque no nos damos cuenta hay tips en los que nos demuestran que existen grandes diferencias con anteriores administraciones.
Mientras otros presidentes recién electos o reelegidos se gastaban un dineral en su posesión con onerosas y lujosas recepciones, en este caso tan solo hubo un almuerzo de protocolo con las autoridades invitadas de otros países e inmediatamente inició su trabajo finalizando el día con su primera reunión del Consejo de Seguridad Nacional.
Igualmente ha dispuesto normas de comportamiento ético para sus funcionarios entre las que se encuentran la prohibición para que familiares de hasta cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad no puedan ser nominados para cargos públicos de la administración central, además se prohíbe el acompañamiento para viajes de familiares en misiones diplomáticas.
Sobre los conflictos de interés ningún funcionario podrá reunirse o intermediar con jueces o magistrados ni aprovecharse de sus cargos para crear relaciones, igualmente el uso de los aviones presidenciales serán controlados de tal manera que se conozca a detalle la lista de pasajeros y la carga de cada uno, rutas, destinos y propósito.
Además, los vehículos oficiales tendrán que ser utilizados exclusivamente para temas institucionales y deberán tener placas, así mismo han regulado la recepción o entrega de presentes de tal manera que no superen los 200 dólares, tal cual las normas que rigen a muchas empresas privadas.
Estoy convencido que es mucho mejor que el país sea dirigido por alguien que ha emprendido negocios y ha administrado empresas porque tiene claro el concepto del valor del dinero y la importancia de limitarse, versus personajes sin experiencia en administración y que despilfarraban las arcas fiscales, es ahí cuando aplica ese viejo refrán, “el que no ha tenido y llega a tener, loco se quiere volver”.