Iván Paredes
Podemos ser fuertes con el título de este artículo de opinión, y hasta herir susceptibilidades de aquellas personas que fungen como asambleístas y representantes de los ecuatorianos, pero se hace necesario sacar a relucir los bochornosos actos que realizan en el Palacio Legislativo y en lo que han convertido; por tanto, “al que le caiga el guante que se lo chante”.
El mes de diciembre iniciamos con un espectáculo por demás vergonzoso, en su primer día publican un video donde un grupo de baile de tecno-cumbia conformado por cuatro jóvenes mujeres, aparecen cantando y bailando aquella canción cuyo título es ‘Diabolo’, en el Salón José María Lequerica que se encuentra y es parte de la Asamblea Nacional del Ecuador. Para colmo de males y rematando con la poca imagen de tan digna función del Estado, apareció un video en donde asambleístas y servidoras públicas de la misma entidad, se encuentran tendidas en el suelo, supuestamente, haciendo yoga, aduciendo que es para enseñarles a protegerse de la inseguridad que vive el país.
La Asamblea Nacional del Ecuador, es la segunda función del Estado, donde se aprobarán leyes de interés común, además, se crea, modifica o suprime tributos (Art. 132 C.E.), sin menoscabo del deber de control y fiscalización que deben cumplir los asambleístas elegidos por y para la sociedad.
Lamentablemente, prima el show y el espectáculo circense, antes que la creación de leyes correctas que resuelvan y coadyuven al bienestar ciudadano, pero ¿por qué pasa eso?, porque está compuesta por el desconocimiento, torpeza y hasta la mediocridad, sin olvidarnos de la falta de principios éticos, morales y cívicos, demostrando irrespeto y falta de amor y sentimiento a favor de nuestro querido país Ecuador, porque no han demostrado aprobar una Ley que la ciudadanía se sienta conforme y satisfecha, sino, shows, peleas, insultos y demás actos indignos que convierten de la Asamblea Nacional en un circo barato.