Aprendiz de Quijote

Rogelio Morales Cattani

Miguel de Cervantes, hijo de un cirujano barbero de nombre Rodrigo Cervantes, consiguió en forma poética, construir un “loco” bueno, encargado de impartir justicia. Don Quijote, cuatrocientos años después, continúa cabalgando con sabiduría, mezclando realidad con fantasía, siempre en busca de días mejores.

Los que se creían “Quijotes criollos”, veladores o paladines revolucionarios de nobles causas, no pasaron de ser sino una banda de gandules que se burlaron de la ingenuidad de la gente, se aprovechó de los recursos de la patria e implementaron la arbitrariedad como logro social.

Es posible que un personaje “trastornado” pueda ejecutar acciones positivas en beneficio de la mayoría y en forma coherente mezclar cordura, con mano dura y en algún momento necesitemos un “loco bueno”, que acepte el desafío de poner un freno a la corrupción y latrocinio con impunidad incluida, crimen casi perfecto creado por mentes desequilibradas entontecidas por el dinero.

Lo que no es lógico es aceptar pacientes psicópatas con rasgos fascistas, dirigiendo el destino de millones de personas. Cuando se canta y llora en una tarima y acto seguido se agrede físicamente a un menor de edad, evidentemente ahí existe una grave alteración mental que justifica un tratamiento psiquiátrico, pero los estómagos agradecidos y mentes alienadas, todo lo justificaban.

El Caballero Alonso Quijano, solo necesitaba cuatro cosas: un amigo, armas, una dama a quien servir y un caballo. Los aspirantes a “Quijotes criollos”, evidentemente tuvieron todo, hasta una Aldonza Lorenzo o Dulcinea del Toboso, que algunos las escondían, como que sentían vergüenza de ellas y preferían exhibirse entre ellos, cuestión de gustos.

Los perfiles neuróticos, antes de caer en la enfermedad psiquiátrica, deberían llamar la atención de la gente que rodea y convive con el alterado, pero hay quienes solo querían sacar provecho del “loco” y aplaudían sus despropósitos. En este caso, los “cuerdos” pasan a ser cómplices del abuso y despropósito.

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