Animales

Henry Basurto Jimbo

Un asunto pintoresco en nuestra sociedad, es el fenómeno confuso en cómo las personas podemos identificar el actuar de cierta gente en asunto relacionados con la moral y la ética, al punto de comparar personas con cierto animal, no por ofender al animal, sino más bien entender que si bien el hombre tiene la capacidad de pensar, su acción es propia de alguien sin escrúpulos o sin alma que le detenga a entregarse al mal.

Las ratas que en su mayoría viven en alcantarillas malolientes salen a robar lo más preciado para alimentarse, sin esfuerzo alguno sustraen lo que no han ganado, por lo que no han luchado, por aquello que otro con tanto esfuerzo ha alcanzado. Su único afán es procrearse tan abundantemente que su amplia proliferación trae pestes y muerte. De la mano de las ratas aparecen cucarachas que juntas son focos de infecciones, que parece ningún bien pueden hacer.

Los lagartos tragan y no vomitan, llenan sus estómagos, se echan la siesta hasta que puedan devorar alguna otra presa fácil y si en caso otro lagarto intenta devorar la misma presa, son capaces de fingir unidad para devorase la misma presa, pero cuando se distrae el lagarto menos experimentado, el otro saca a relucir sus dotes propias de animal y demuestra que es el más egoísta y ruin de los reptiles.

Los cerdos por su parte se revuelcan en lodo, entre más sucios estén es mejor para ellos, comen de todo, su gula le lleva a vomitar de llenura y después de cierto tiempo regresan a comerse su propio vómito. En asuntos de naturaleza nos quedamos estupefactos al ver cómo entre animales se destruyen y este comportamiento animal no sólo es destructivo, pues si no detenemos a ciertos animales, nuestro alrededor se convertirá en un verdadero zoológico y no podremos diferenciar entre humanos y animales.

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