Acuerdos

ARMANDO DAZA QUIÑÓNEZ
ARMANDO DAZA QUIÑÓNEZ

Desde la época de la conquista, nos viene asolando una peste que hasta hoy ni la educación, ni la tecnología, ni los científicos virtuosos le encuentran remedio y es la adicción al robo individual y organizado tanto de los bienes del Estado como los bienes individuales y el crimen.  Albert Einsten dijo: “tenemos que luchar hasta el fin” y Voltaire dijo: “mi vida es una lucha”.  Estos dos conceptos concordantes motivan a todos los ecuatorianos para iniciar una acción permanente contra nacionales y extranjeros hasta conseguir orden y respeto a la vida y a los recursos personales y estatales.

Esta peste endémica nació con la llegada de los españoles asaltantes y criminales pero que luego continuó con Juan José Flores y es tan recia que se prolongó y desarrolló en los gobiernos de Rafael Correa y Lenin Moreno, quienes más han utilizado su inteligencia en  estrategias maestras perversas para arrasar con el dinero del pueblo que para resolver los conflictos y golpes mortales del vaivén económico del país y de las epidemias virales.

En esta lucha permanente para defender la patria tenemos que incorporar todos los procedimientos funcionales que nos permita alcanzar tan valioso objetivo, entre otros citamos: acuerdos políticos, acuerdos comerciales, acuerdos sociales, reformas constitucionales y legales, decretos ejecutivos acertados, selección y elección de funcionarios y colaboradores honestos y capaces.

La cadena de corrupción ahora es completa, se inicia con los presidentes y expresidentes de la república, ministros, funcionarios y hasta los porteros continuando con alcaldes y prefectos. El presidente electo, Guillermo Lasso Mendoza, antes de su posesión está bien intencionado y convencido de iniciar su gobierno con acuerdos políticos razonables y con los mejores ciudadanos sin importar tendencias políticas, raza ni religión puesto que lo que más interesa es salvar al país de la crisis sanitaria, social y económica que a velocidad nos hunde, razonamiento que en principio es aplaudido por el pueblo.

Séneca dijo “No hay viento favorable para quien no tiene rumbo definido”. El triunfo de Lasso ha bajado el porcentaje del riesgo país, es oportuno aprovechar esta confianza que ofrecen los financistas multilaterales para lo cual el nuevo timonel del país debe presentar un rumbo definido y seguro en la administración del Ecuador.

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