Academias del crimen

Las centros penitenciarios en el Ecuador no son espacios de rehabilitación en lo absoluto, se han convertido en verdaderas academias del crimen, tienen sus propias reglas, ahí aprenden a asesinar y a perfeccionar sus métodos delincuenciales y desde estos lugares controlan a las bandas criminales urbanas, similar a lo que sucede en El Salvador, desde el asesinato de alias “Rasquiña” estas bandas se disputan el control de las prisiones y los territorios en las ciudades, un problema que tiene años y que no se puede solucionar de la noche a la mañana, sus tentáculos son tan poderosos que compran a la justicia y a las autoridades carcelarias por las buenas, o por las malas, no hay otra opción, no es culpa ni de los guías e incluso ni de los Directores de los Centros, ellos son presas de las amenazas y probablemente sucumben por miedo y por precautelar su integridad y la de sus familias, menudo trabajo que tienen estas personas, el problema está enraizado en el sistema, leyes absurdas y benevolentes y el hecho de no haber sido más drásticos en controlar al narcotráfico durante tantos años del correísmo nos está pasando factura ahora, cada vez nos parecemos más a algún país centroamericano que lucha diariamente con pandillas, ciudades como Guayaquil nuevamente están saturadas de violencia y pareciera que la situación se está saliendo de control, las imágenes de esta semana son de terror, es una crisis sin precedentes, el Presidente Lasso debe tomar decisiones urgentes, lamentablemente el estado de excepción no nos alcanza para poder controlar esta anarquía, primero deben colocar a personas especializadas en el manejo de centros carcelarios y si no hay en el Ecuador deben buscar en otro lado porque así coloquen a un Comandante General del Ejército vamos a seguir teniendo el mismo problema, igualmente deben reducir el hacinamiento, la sobre población carcelaria es el primer obstáculo por el que tienen que empezar antes de que el problema se extiendan a todas las ciudades.