¿Y la vicepresidenta?

Existe la posibilidad cierta de que el país cuente por segunda oportunidad con una Vicepresidenta elegida por voluntad popular. Yo lo fui en 1996, hace 25 años, siendo una de las pioneras en América Latina y en el mundo.

Sin embargo, en medio de las elucubraciones no se ha mencionado casi para nada o de manera muy tangencial a quienes ocupan esos importantes espacios, que forman parte del equipo del gobernante y cumplen un rol que fortalece el sistema democrático presidencial en el que vivimos.

La hoja de vida de la doctora Virna Cedeño, candidata a vicepresidenta en la fórmula de Pachakutik, describe una sólida formación académica en el ámbito de las ciencias, con enorme experiencia en el campo de los laboratorios y la docencia.

Cedeño es también impulsora de políticas de protección ambiental y aparece muy preocupada por la enseñanza de la ciencia, lo que es fundamental en países como el nuestro, como todos los de la América Latina, donde las ciencias y la investigación están muy lejos en las miras de los estudiantes. Esto tiene mucho que ver con carencias en la educación básica, poco orientadora hacia el despertar y el fomento de la curiosidad en niñas, niños y adolescentes, que están formando sus mentes con miras a desarrollarse en una carrera profesional.

La miopía en el tema de la discusión del impacto de la ciencia, la tecnología y la innovación acarrea graves consecuencias para el desarrollo de los países en un mundo cada vez más interconectado y más dependiente de la ciencia para su supervivencia.

Por todo ello, cuando se habla de las candidaturas finalistas, es importante volver los ojos,  analizar y reflexionar sobre quién podría desempeñar la segunda magistratura del Ecuador y ojalá, desde esos espacios de poder, pudiera impulsar temas como el estudio de las ciencias desde la escuela y a fomentar vocaciones y carreras que se relacionen con ellas.

¡Ojo a la candidata a la Vicepresidencia!