Twitter y el coliseo romano

El coliseo romano fue escenario de combates entre gladiadores, enfrentamientos con fieras salvajes para deleitar al pueblo.

En la época del emperador Cómodo, hijo y sucesor de Marco Aurelio, el morbo se incrementó. El propio augusto descendió a la arena alrededor de 700 veces para aniquilar a bestias y a gladiadores tullidos. Se dice que mataba a los animales con arco y flecha desde una distancia prudente para no correr riesgos. Combatía con pretorianos lesionados para estar siempre en ventaja. Se vanagloriaba. Se sentía poderoso e invencible. Pero en realidad, ¡era un cobarde!

Aunque han transcurrido más de 1500 años desde aquella época y actualmente nos escandalicemos por el morbo de la antigua Roma, la civilización sigue encontrando nuevas arenas para su disfrute. En la era digital no hay coliseo, pero existe Twitter.

En este escenario hay morbo, y mucho. Se alimenta de la crítica y destrucción del otro. Aquí no falta el Cómodo, el emperador cobarde que, empoderado por su número de seguidores y bien protegido por la virtualidad, decide desprestigiar a quienes no compartan sus ideas. Es como una especie de cazador furtivo que atrapa a su presa y la despedaza. Lo triste es que cualquier mensaje de un común mortal puede ser llevado al extremo.

Para muestra un botón. En estos días leí un tuit de una experta en salud pública que decía: “yuca, plátano, maíz, volvamos a lo que alimenta, el pan no lo hace”. Opinión con bagaje científico que además propone una alternativa tras el alza anunciada por el gremio de panificadores. ¿La reacción? Ofensivas a su estilo de vida. Ataque, agresión, humillación. Así se crean los ‘trending topics’ en Ecuador.

Intentemos contradecir desde el respeto. A educar sin prepotencia. A debatir para llegar a acuerdos. Es tiempo de que aprendamos a reírnos de nosotros mismos y dejemos de burlarnos de los demás.

@loballesteros