Tiempos de crisis

El Centro de Cooperación Científica de la UNESCO para América Latina y el Caribe, que labora en Montevideo desde 1949, fue el primero de este tipo que se estableció en el planeta.

Con motivo de su aniversario número 70, que se conmemoró en el 2019, ratificó sus postulados basados en la paz, mediante la educación, la ciencia, la cultura y la comunicación. Recientemente, hizo declaraciones dignas de ser tomadas en cuenta y comentadas.

Frente a la pandemia que azota al mundo, sus pronunciamientos singularizan los efectos gigantescos y adversos en materia de salud y otras áreas de la vida pública y privada; amenazan a todo el orbe, sin distinción de países, por la globalización del transporte y se resumen en situación trágica para muchos que deben soportar inmensas pérdidas, de seres queridos, económicas, de vivienda, empleo, además de discriminación o estigma, directa o indirecta, para los que han sido contagiados por el virus.

Este Centro enfatizó que la enfermedad produjo desafíos inéditos para las seres humanos que dependemos unos de otros, de allí  las medidas de prevención que tienen que ser consideradas imprescindibles, sin descuidar, algunas de ellas justificadas por la pandemia, que generan mayor desigualdad y, en el campo laboral, afianzan o profundizan la informalidad y pérdida de derechos.

El diagnóstico se presenta en este sentido, de allí el anhelo orientado a que quienes dirigen los destinos de las naciones sean personas preparadas, honestas, con sinceros ideales patrióticos y de servicio, de lo contrario, con incapaces y corruptos,  los problemas se agudizan debido a la improvisación,  incuria o ineptitud de líderes de pacotilla. Para los que no dimensionan la gravedad de los problemas, hay que recordarles que estos son tiempos de crisis muy serias.