Taiwán

La reciente visita a Taiwán de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, ha levantado nuevamente la polémica. La República Popular China exige el reconocimiento internacional de una sola China y, para ellos, esto incluiría también la isla de Taiwán. Esto resulta cuando menos llamativo cuando Taiwán tiene una presidenta, Tsai Ing-wen, electa democráticamente, que recibe a Pelosi.

El nombre oficial de Taiwán es República de China, y fue reconocida por la comunidad internacional como país autónomo hasta 1971. En ese año se da un giro de 180 grados, cuando la ONU reconoce a la República Popular China y desconoce a Taiwán. Al mismo tiempo, EEUU y la China comunista se aproximaron por primera vez desde 1949. Ambos países se dieron cuenta que tenían un enemigo común, la URSS.

Pero la cuestión no comienza ahí. Al final del siglo XIX el imperio chino estaba muy debilitado. Había perdido las dos guerras del opio frente a Inglaterra, que le llevó a resignar soberanía sobre Hong Kong. En el mismo período, el emperador Mutsuhito de Japón emprende una reforma, buscando ser el nuevo imperio de Oriente. Invadió territorios de China, entre ellos, la isla de Taiwán. Así, desde 1895 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial (1945), la isla de Taiwán fue una colonia de Japón.

En China ocurrieron muchas cosas durante esos años. En 1912 dejó de ser una dinastía imperial, luego de la revolución de Xinhai, y se convirtió en la República de China. En 1921 se crea oficialmente el Partido Comunista Chino y se desata una larga y cruenta guerra civil que enfrentaba al partido nacionalista gobernante, el Kuomintang, con los comunistas, liderados por Mao Zedong. Finalmente se impusieron los comunistas en 1949, cuando se implantó el gobierno del Partido Comunista que dura hasta la actualidad.

Ante el triunfo de los comunistas, Chiang Kai-shek, que presidía China y lideraba el Kuomintang, decide refugiarse en Taiwán, con la consigna de reconquistar el territorio continental. Japón había desocupado la isla tras su derrota en la Segunda Guerra Mundial. Chiang Kai-shek formó gobierno en Taiwán y fue dictador hasta su muerte, en 1975. En la década de 1980 Taiwán vivió una transición democrática. Hoy es una democracia sólida y próspera. Tanto que, pese a su pequeño tamaño, literalmente el mundo depende de su industria de microchips.

La visita de Pelosi fue un frontal respaldo a Taiwán. Biden antes ya había reiterado el apoyo a la integridad de la isla. Así que no existen dudas. El mensaje es: si China se mete con Taiwán, se mete con EEUU. Y no solo EEUU es militarmente más fuerte que China, sino que es el mayor mercado de las exportaciones chinas. Además, existe una renovada alianza estratégica entre EEUU, Japón, Corea del Sur y Australia, lo cual le pone las cosas aún más difíciles a China. Parece entonces que China seguirá teniendo una gran frustración en sus ambiciones frente a Taiwán. Y quizá la frustración sea para siempre.

* Última edición del autor, 14 de agosto de 2022.