Super Woman – Smart Woman

Rosalía Arteaga Serrano

Las mujeres, desde hace mucho, tal vez desde siempre, hemos sentido que el universo descansa sobre nuestros hombros, basándonos probablemente en que la mayor parte de las tareas del hogar, si no todas, han recaído como una responsabilidad directa sobre nosotras.

Si a esto se suman todas las actividades que hemos asumido fuera del hogar, con largas jornadas laborales, las que nos autoimponemos si practicamos alguna actividad extra como la pintura, la música, la literatura, en calidad de creadoras, y hasta las del cuidado de los ancianos de la familia o las personas que requieren particulares cuidados, nos encontramos con que somos esa especie de súper mujeres, de Super Woman, que tratamos de hacerlo todo bien, en tiempo récord, con la pericia para evitar susceptibilidades y hasta lucir impecables en las actividades sociales que nos toca cumplir.

Y todo eso lo hacemos empinadas en tacones, y con la sonrisa en los labios, haciendo de componedoras, de médicas y enfermeras, de peluqueras y de un sinfín de oficios que sería largo mencionar.

Ese afán de hacerlo todo y bien, ese estrés al que somos sometidas cada día de nuestras vidas, pasa la cuenta, en carga psicológica y física.

Por ello, y haciéndome eco de unas frases que escuché en el reciente Women Economic Forum del Caribe, en la hermosa ciudad de San Juan en Puerto Rico, creo que deberíamos cambiar la fórmula y pensar más en aquello de trocar el ‘Super’ por el ‘Smart’, es decir dejar de pensar que somos las mujeres maravillas, y ser las más sabias, las más inteligentes, las más listas.

Propongo que sigamos trabajando, pero selectivamente; no toda la responsabilidad ni todas las tareas son nuestras. Aprendamos a delegar, a dejar que los otros hagan su parte y, en el camino, disfrutemos de la vida.