“Soy liberal”

Dentro de pocos días, se conmemorarán los 238 años del nacimiento de un personaje de grandes dimensiones (1783-1830), al que, con acierto, la Historia le ubica como americano universal. Si bien Simón Bolívar es venezolano por nacimiento, pertenece a Latinoamérica y el Caribe como uno de los principales íconos, afianzado en sólida contextura intelectual.

 El proceso educativo que tuvo, desde su tierna infancia, en América y Europa, partiendo de la bien dotada biblioteca de su familia y de las enseñanzas de maestros de la talla de Andrés Bello o Simón Rodríguez, del alto roce que fue merecedor en razón de su alcurnia, de los viajes que le ampliaron la mente y le relacionaron con sociedades desarrolladas, configuraron el intelectual que fue, que llevaba diccionarios y otros libros en las campañas militares.

Se le ha biografiado en múltiples perfiles, no en la misma proporción en el área que cultivó con esmero y capacidad manifiestas. Me refiero al Bolívar soñador, escritor, literato, autor de innumerables cartas, discursos, proclamas. Cultivó el estilo como un esteta consumado, por eso en su prosa resplandece el canon de belleza, hasta alcanzar el poema en prosa magistral, como se comprueba el enunciar solamente Mi delirio sobre el Chimborazo.

  El Archivo del Libertador abarca 245 tomos. Este colosal repositorio documental es fuente primaria para profundizar en la vida y la obra del eminente americano, cuyo máximo anhelo fue la libertad. Por ello se presenta como falaz y cínico querer ubicar el pensamiento de Bolívar dentro del denominado socialismo del siglo XXI. Fue todo lo contrario: “Soy liberal”, expresó en muchas ocasiones.

El pensamiento genuinamente bolivariano debe seguir iluminando la ruta de las generaciones presentes y por venir.