Salvatore Foti
La democracia en Ecuador hoy está siendo contaminada por acontecimientos que deben preocuparnos a todos. El proceso electoral para las elecciones presidenciales de 2025 empieza a moldearse por estrategias que se volvieron evidentes este fin de semana.
El primer hecho es la destitución sin remuneración por 150 días de la vicepresidenta Verónica Abad, quien ha denunciado haber sido, desde el principio de su mandato, hostigada y perseguida por su propio gobierno. La Vicepresidenta asegura ser víctima de un golpe de Estado para evitar que ella asuma el cargo de Presidenta durante el período de campaña electoral, y eso es lo que efectivamente está sucediendo. Más allá de cualquier especulación, y según la opinión de diversos juristas, su destitución va en contra de la legalidad y de principios constitucionales.
Es un acto peligroso e inoportuno, que la Vicepresidenta, electa por el pueblo, sea suspendida por supuestamente haber faltado al trabajo cuatro días. A escasos meses de las elecciones, parece un acto fríamente calculado y orquestado por actores poderosos de los cuales hoy muchos debemos cuidarnos.
Otro acontecimiento que influirá en las elecciones de 2025 es la descalificación del candidato Jan Topic, un candidato con opciones. Así, se descalificó a alguien que podía quitarle el puesto al mismísimo Daniel Noboa. No queda más que confiar en la legalidad de la medida.
Urge un pronunciamiento de la academia y las instituciones nacionales e internacionales, que confirmen que en Ecuador se respeta la ley. De lo contrario, podría generarse la peligrosa percepción de que estas elecciones se quieren ganar golpe a golpe, irrespetando todo principio democrático y recurriendo sin contemplación al amedrentamiento o la retaliación. No vaya a ser que alguien ponga sus intereses por encima de las garantías constitucionales de los demás, y peor aún, por encima del derecho de todo un pueblo a elegir en libertad, pues golpe a golpe las cosas no acaban bien para nadie.