El remedo de sabatina del 24 de mayo

Salvatore Foti

El Presidente de la República dio un informe a la nación que más se pareció a una sabatina, mal hecha, que a lo que muchos esperaban. Mientras más pasa el tiempo, más Noboa quiere parecerse, comunicacionalmente hablando, a Correa. En el caso del informe, las similitudes con las sabatinas de Correa son muchas, dado que hubo videos, música inspiradora, testimonios y voces en off. Pero lo que no hubo para nada fue un discurso creíble y, sobre todo, con visión por parte del mandatario. Es más, Correa estuvo presente al haber sido indirecta y equivocadamente mencionado por Noboa. Es indudable que Noboa quiere ser Correa 2.0 y, de hecho, a nivel comunicacional ha inaugurado y mejorado para sus fines una serie de recursos que dan inicio a una nueva era para las campañas electorales del país. Noboa se ha mantenido con un alto y ahora discreto nivel de aceptación, antes que por sus logros, por el posicionamiento de algunas narrativas que indudablemente atraían a una parte importante del electorado. Esto no podrá bajo ningún concepto garantizarle la reelección, puesto que entre el cuento en redes y las cifras proporcionadas, la realidad y las historias de la gente empiezan a tener más peso y se va imponiendo una imagen que ya convence solo a una minoría.

No habrá remedos de sabatina ni TikTok que logren sustentar la credibilidad de un mandatario que empieza a derrumbarse y cuya caída libre podría empezar con el siguiente apagón que nos propinen. El presidente sigue apostando por las percepciones, pero los números empiezan a escasear y el «golpe» que preparan a la vicepresidenta Abad, sin duda también le pasará factura.

En Carondelet se creen genios de la comunicación sin considerar que tal vez su alta aceptación simplemente se debía al hecho de que coincide con cualquier mandatario que recién empieza su mandato: la luna de miel con un electorado que empieza a desgastarse si no hay política pública.