¿Salvar a Llori a cambio de las amnistías?

Lo que menos hace la asamblea es legislar y solucionar las angustias de 7 de cada 10 ecuatorianos sin trabajo. Pero mantiene una actitud populista y antiética para aprobar, de madrugada, amnistías a 268 responsables de las protestas del octubre violento de 2019, de la justicia indígena y defensores de la naturaleza. La Conaie anuncia que pedirá otro paquete de indultos a la asamblea.

Entre los amnistiados: la prefecta de Pichincha Paola Pabón, el parlamentario andino Virgilio Hernández y el asesor Christian González. Con ellos, el actual y el expresidente de la Conaie, Leonidas Iza y Jaime Vargas (por delitos como secuestro, terrorismo, instigación, actos de odio y subversión); el presidente de los taxistas, Jorge Calderón; el ex asambleísta correísta, Yofre Poma y siete personas más por la toma de instalaciones y suspensión del suministro de petróleo en Sucumbíos.

La presidenta del legislativo, Guadalupe Llori (salvada por un voto de la creación de una comisión para evaluar su gestión) dijo que esto “va a reconciliar al país”. “La Asamblea Nacional cometió un acto de injusticia”, señaló el presidente Lasso sobre las amnistías y pidió indultar también a policías y militares.

Insólitas ausencias y denuncias de presunto atentado a un asambleísta que viajaba desde Esmeraldas fueron las excusas de la alianza “agua y aceite” (correístas, socialcristianos y “rebeldes” de Pachakutik) por el voto faltante para imponer su “nuevo orden” en la legislatura. Volvió a fallar el pacto “nebotcorreísta” y dijeron que fue una maniobra del gobierno.

Sospechoso que Llori se salve “por un pelo” y, de pronto, por arte de magia, se indulte a sujetos que desestabilizaron al país en octubre de 2019. La Pabón, Iza, Vargas, Hernández, Poma y otros “angelitos” son inocentes y seguirán haciendo de las suyas en la “política farandulera nacional”. Por algo, el ex asambleísta César Rohón dijo que “en estas condiciones es mejor cerrar la Asamblea”.

Legalizados el terrorismo y la subversión, violando el Art. 120 (numeral 13) de la Constitución, gracias a la Asamblea, las leyes del correísmo y más artimañas, útiles para desvirtuar frases como “iremos hasta las últimas consecuencias” (saludo a la bandera y monumento a la impunidad). Solo falta limpiar los expedientes y juicios de Correa, Glas y la banda delincuencial de la “robolución” ciudadana. El país ya no espera nada de la Asamblea y algunos piensan que los bombardeos rusos debieron ser a la sede de la legislatura ecuatoriana y no en Ucrania.