Runasur: ¿utopía o realidad?

Ugo Stornaiolo

 Parecía un acto de buena voluntad de Pedro Castillo con los bolivianos: la salida al mar, ansiada por ese país desde que Perú y Bolivia se aliaron y perdieron contra Chile el desierto de Atacama y Antofagasta en la Guerra del Pacífico (1879-1884), donde Perú también cedió territorios (Arica y Tarapaca). Chile niega cualquier negociación con los bolivianos, que mantienen la salida al mar como su principal tesis.

El expresidente peruano Alberto Fujimori planteó en 1992 un pacto de servidumbre con su homólogo boliviano, Jaime Paz Zamora, cediendo 5 kilómetros de litoral en Ilo, para la entrada y salida de productos de Bolivia. Fue cesión de espacio, no de soberanía, como le pasó al Ecuador en el acuerdo de paz de Brasilia (octubre de 1998), por Tiwintza (donde murieron muchos soldados ecuatorianos).

Esta propuesta fue la que le costó la presidencia a Pedro Castillo en Perú porque, previamente, se generó en sectores ultranacionalistas peruanos la acusación al exmandatario de “traición a la patria”. Grupos peruanos, auspiciados por excancilleres sostienen que la tesis, algo quimérica, puede volverse real: la creación —promovida con entusiasmo por Evo Morales, Leonidas Iza y otros líderes del indigenismo latinoamericano— de un estado aymará, entre Perú y Bolivia, con muchas reservas naturales (un 12% del cobre mundial, además de litio, uranio y metales raros), denominado ‘Runasur’. Así, Bolivia recuperaría acceso al mar, pero las connotaciones son del estilo Iza en el libro ‘Estallido’: “comunismo indoamericano o barbarie”.

Para la diplomacia de Torre Tagle (la cancillería peruana), el plan del expresidente boliviano es desmembrar al Perú y dar salida al mar a Bolivia. Teoría incitada por Evo Morales y su exvicepresidente García Linera para “acabar la unidad del Perú”. Los ‘ponchos rojos’ (milicia aymara de Morales), introducen armas a Puno y Juliaca, donde se exacerbó la violencia contra la actual presidenta, Dina Boluarte, el pedido de su renuncia, de los diputados, elecciones anticipadas y la libertad de Castillo.

Runasur sería aceptada por unos dos millones de aymaras (viven entre Bolivia, Perú, Chile y Argentina). La nueva nación tendría el altiplano boliviano (y la ruptura con Santa Cruz) y buena parte de la costa sur peruana. La idea de Morales y García Linera no es nueva. Viene desde 2020 y se trabaja ideológicamente, desde el indigenismo radical contra el imperialismo de EE. UU. Tanto Iza como Antonio Vargas son parte de las reuniones. ¿Más pruebas de ideas separatistas?