Revocatoria

Matías Dávila

Pedro Granja es un ciudadano que está liderando el pedido de revocatoria del mandato del señor Lasso “an frends”. Pero, de que es un personaje desconcertante, ¡es un personaje desconcertante!

La primera cosa que me salta a la vista es que no es correísta. En un país donde lo que no es blanco es negro, es sumamente complicado entender que una persona que esté en contra de Lasso no sea hincha de Correa o viceversa.

Y lo segundo que me llama la atención es que no quiera ser candidato. Esto si que me dejó sin piso. Se supone que uno le mete platita y tiempo a una acción (a manera de inversión), para luego “devengar” ese esfuercito en alguna candidatura, luego en algún puesto público y finalmente en algún acto de corrupción (“algunos” realmente): “de eso se trata la movida” (ironía).

Pero el señor Granja nos viene a patear el tablero y nos deja en un limbo conceptual. ¿Qué es? ¿Un Robin Hood? ¿Un Avenger? Y, ¿por qué lo hace desinteresadamente? Mal pensado como soy, trato de encontrarle motivos a Pedrito; tal vez con toda esta jugada busque “ranquiarse” más bonitamente en el mercado de los abogados. Quien sabe y es por ahí .

Un informe de Contraloría dice que el señor Moreno se fue sin cumplir más de la mitad de su plan de gobierno: de eso se trata, de ofrecer y ofrecer y ofrecer para ganar, y luego echarle la culpa a las circunstancias por no poder cumplir. La idea es, y eso hay que planificar bien desde el principio, cubrir la salida para poder disfrutar lo conseguido y “gud bai mai frends”: si te he visto no me acuerdo… o el clásico: “yo te ofrezco, verás quién te cumpla”.

Estimado Pedro, si me deja decirle Pedro (sino Sr. Granja nomás), yo soy uno de los que firmará por la revocatoria. Le ruego decirnos dónde va a estar y a qué hora como para de paso invitarle un chaulafán, pegarnos una biela y tomarnos un “selfi”. Yo iré con mis zapatitos… negros. Los rojos están sucios.