Quito no es solo actualidad

Quito se está convirtiendo en la capital del olvido. Solo se narran asuntos actuales: sobre los asaltos en la vía púbica, en que no se dejó fotografiar a dos personas  el interior de la Basílica (cuando sobran postales), que los sabios de la Corte Constitucional destronaron a la Virgen del Cisne y casi derogan la Navidad y el Viernes Santo, aunque generosamente permiten  la existencia de  Papá Noel y de la fanesca y que pronto  exigirán  que  solo se diga Francisco de Quito porque el “San” que le antecede, desde 1534, atenta contra el laicismo. Todos, incluida la juventud ‘divino tesoro’ que dura poco, se sienten ‘cool’ es decir en cristiano: ‘frescos’,  para repetir lo que hace el mundo globalizado : chismes en la redes sociales, memes groseros. Parece que la tradición también ha sido derogada por obsoleta, que es como matar a los viejos por ser viejos.

La sal quiteña parece que ha sido reemplazada por algún ají importado, solo pica. Ya Quito no puede enorgullecerse de tener el río más pequeño del mundo, el Machángara, pues tiene una sola orilla, como decía un ocurrido de los que no hay. O  el ingenio del inolvidable Nicolás Kingman, quien en una recepción, cuando tenía 90 años, ya ciego, fue presentado a una hermosa y opulenta dama, indicándole  quién era, y él  dijo: “Sé de quién se trata, he perdido la vista  no el tacto”. O cuando en 1906, se comentaba que la Virgen Dolorosa lloró “cuando vio el primer número medio borroso de El Comercio”.

En Quito se ha prohibido la corrida de toros ( por miedo oficial  a los cuernos),  suprimido el ingenio,  y parece que hasta no hay “nobles” o se esconden o han averiguado cuáles son sus antecesores, gracias al genealogista doctor Fernando Jurado Noboa. Además se han dado cuenta que una sola infidelidad y se cae el árbol genealógico.

Lo que ha resultado maravilloso es el concurso de Reina de Quito 2021: jóvenes bellas, inteligentes, preparadas y de buen decir. Creo que a los hombres nos deben dar el año sabático. La Corte Constitucional, tan hacendosa, debe poner en vigencia tal vez el antiguo “homus erectus” en vez del “homo sapiens”.