Quito me dueles

Quito está igual que sus calles: llena de huecos y baches. Los problemas de la ciudad dejaron de ser coyunturales y se convirtieron en estructurales. Es decir, tienen origen, se han agudizado y tampoco se encuentran soluciones sostenidas y concertadas. La gente aprendió a vivir en la dinámica del “sálvese quien pueda”, pues la vecindad se diluyó como forma de vida. El problema inició en las últimas tres administraciones y tampoco hay orientaciones diferentes ahora. Primero, hay que respondernos qué tipo de ciudad queremos y después, con qué contamos para comenzar las transformaciones; en otras palabras, de qué recursos y talentos disponemos, y en qué tiempo concretaremos las tareas.

Tenemos que ser responsables de lo que pasa con la ‘Carita de Dios’. Hay que construir una visión de Quito en una era epidemiológica que rebasa la lógica de planificación anterior a la pandemia. El trabajo va en dos dimensiones: lo intangible y lo tangible. Respecto de lo primero, lo más urgente es llenarnos de amor propio y diagnosticar qué sucede con la identidad de los ciudadanos en cuanto al respeto por el otro, el cuidado de los espacios públicos, la participación en obras colectivas, el estado de humor, el sentido comunitario, la relación con las autoridades, el capital social, la manera de relacionarnos. Entonces, no se trata solo de carpeta asfáltica y otras obras.

Es prioritario el análisis y el diseño de un nuevo modelo de gestión administrativa de la ciudad. El mundo que vivimos nos demanda más agilidad e inteligencia multidimensional en cuanto a la solución de las diferentes problemáticas. Por otra parte, la elección de la principal autoridad y de los concejales es un tema estrictamente cualitativo, en el sentido de que debemos exigir a los partidos y movimientos que tengan filtros de altísima calidad para la conformación de las listas. No es un tema de poner a cualquiera. En síntesis: identidad, proyecto de ciudad, modelo, recursos y talentos. Nuestra mirada debe ser prospectiva, sobre Quito en 2050; si no, seguiremos únicamente apagando incendios de todo tipo.