¿Queremos ver cambios?

Rodrigo Contero Peñafiel
Rodrigo Contero Peñafiel

Mentalizarse que el cambio empieza por uno mismo es el camino correcto para dar vuelta la página, pensando en el futuro. Comenzar dando pasos pequeños permite avanzar y enfrentar los grandes retos y obstáculos que vamos encontrando en el camino. Prestar atención a lo que los demás están haciendo o han alcanzado, puede ser una fuente de inspiración para seguir sus pasos y proponer proyectos que el país necesita para seguir adelante.

La experiencia que cada uno de nosotros tiene en la vida es una fuente de inspiración; los propósitos, planes u objetivos no son iguales en todos, cada quien tiene su forma de pensar y actuar, para, de alguna manera, conseguir los objetivos propuestos. Es fundamental actualizar los conocimientos y trabajar en equipo, sin miedo ni temor a perder la iniciativa o el liderazgo. El deseo de cambiar uno mismo para tener el valor de proponer cambios a los demás es el camino correcto. Para llegar a la conciencia de la gente, hay que comenzar tomando el liderazgo de un proyecto que beneficie a todos por igual y sea factible. ¿Cómo se puede ayudar, si jamás se practicó en uno mismo el cambio que se quiere alcanzar con los demás? El cambio empieza por uno mismo.

Los profesionales y ciudadanos responsables estamos en capacidad de intentar reducir el índice de pobreza en nuestro país, todo cambio requiere de inspiración, aprendizaje y confianza, para poder transmitir a la comunidad; mirar lo que sucede en ella y no saber actuar, hace a la gente indolente y la impulsa a cometer actos reñidos con la moral y la ley. La seguridad de las personas es tarea de todos y no solo de los gobernantes de turno. El Dalai Lama dice: “La paz debe desarrollarse sobre la base de la confianza mutua”

Las opiniones personales, políticas o religiosas tienen en común respetar la dignidad humana y rechazar el odio y la violencia. Los líderes políticos de cualquier tendencia tienen la obligación de utilizar su energía en salvaguardar la democracia pensando en un país libre, sin miedos ni rencores. Solo la gente insensata, incorrecta y habladora carece de pensamiento o iniciativa para cambiar y seguir en el oscuro pasado. Un país más justo y equitativo es tarea de todos.

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