¿Qué haces tú por tu ciudad?

En 1961, John F. Kennedy se posesionó como el trigésimo quinto presidente de los Estados Unidos y en su discurso inaugural que dio vueltas al mundo y quedó como un referente histórico, expresó la siguiente frase: No preguntes qué hace tu país por ti, sino qué haces tú por tu país”.

La ciudadanía activa, responsable, consciente y empoderada es la única que puede sacar adelante a una sociedad.

Quito constituye un claro ejemplo de ello. Cuando la ciudad se encuentra abrumada por las mafias políticas, mafias de la construcción, mafias de vendedores, mafias judiciales y todo tipo de mafias pensables, dos valientes abogadas activaron todos los recursos legales existentes para denunciar el desgobierno de la capital. Sin embargo, eso no fue suficiente. Siempre hay quienes están dispuestos a tergiversar el derecho y en esta ocasión fue la Corte Provincial de Justicia de Pichincha.

Para quienes, como yo, nos dedicamos a la docencia universitaria en Derecho, es particularmente doloroso observar los fallos y decisiones de este tipo. Nos hace pensar que las decisiones judiciales no se transan en el marco legal sino en contextos no formales, con acuerdos privados, en los que priman los intereses económicos y políticos en lugar de la justicia. En manos de ciertos profesionales del Derecho, la ley se presta para todo.

 Sin duda existen deficiencias estructurales, derivadas sobre todo de la Constitución de 2008, que favorecen a este caos jurídico. Pero lo más grave es el caos ético, moral y social que padecemos y que no se combate solo desde las aulas universitarias, ni desde puestos de representación política, sino que debemos involucrarnos todos a esta lucha.

En lugar de preguntarnos qué acciones tomarán Santiago Guarderas o los concejales ante el nuevo atraco a la dignidad de Quito, la pregunta correcta es ¿qué voy a hacer yo?

Debemos recuperar, reconstruir y restituir nuestra ciudad. Exigimos justicia para Quito.